Prótesis primitivas

Introducción

Las prácticas de la Ingeniería Biomédica posíblemenete tengan una antigüedad de más de 3000 años, tal como lo señalan algunos autores, las culturas más antiguas aplicaron remedios a problemas particulares del individuo como una prótesis del dedo gordo del pie que fue descubierta en una tumba egipcia [Nerlich, 2000].

Prótesis de dedo gordo
Prétesis del dedo gordo del pie de una momia egipcia
hallada en Tebas. Se trata de una prótesis funcional.
Los restos, que datan del año 600 antes de Cristo, superarían en varios siglos al descubrimiento de la pierna encontrada entre los restos romanos de Capua y que se considera la primera prótesis de la que tenemos historia (300adC).

La investigación de la doctora Jacky Finch, de la Universidad de Manchester, en Reino Unido, cuya investigación preliminar apareció en la revista médica The Lancet, ha demostrado que los dedos de pie de madera no fueron añadidos simplemente como restos funerarios, sino que las prótesis encontradas se utilizaban realmente para caminar.

Finch estudió dos piezas, el conocido como dedo de Greville Chester, que fue encontrado cerca de Luxor, en Egipto y que data del año 600 antes de Cristo.

El dedo de Greville Chester -que se encuentra expuesto en el Museo Británico de Londres- fue construido de forma artesanal utilizando como material una especie de cartonaje unido con lino y material de pegamento extraído de animales y, finalmente, recubierto con yeso teñido.

El segundo dedo artificial estudiado perteneció a la momia de la hija de un sacerdote egipcio llamada Tabaketenmut. Al parecer Tabaketenmut perdió su extremidad como consecuencia de una diabetes que le causó gangrena isquémica.

Prótesis primitivas

Jacqueline Finch, investigadora de la Universidad de Manchester.
En este caso el dedo estaba construido usando tres piezas unidas, dos de madera, y la tercera posiblemente de cuero. Mediante el uso de distintos agujeros y a través de complejos técnicas difíciles de reproducir incluso hoy día se logró unir una parte a otra.

Para saber si estas prótesis primitivas fueron o no utilizadas en su día para andar, la doctora Finch realizó réplicas de los instrumentos en su laboratorio y buscó a dos voluntarios que habían perdido el dedo gordo del pie derecho para que pudieran probar si funcionaba.

"Para que el dispositivo pueda considerarse una prótesis verdadera ha de cumplir una serie de requisitos", escribe la doctora Finch en su artículo.

"El material ha de ser capaz de soportar el peso del cuerpo y su fuerza, de forma que no se parta o rompa con el uso. La proporción es importante y la apariencia ha de ser lo suficientemente similar a una real para que sea aceptada tanto por la persona que lo porta como por los que le rodean", explica.

La prótesis hecha con piezas de madera fue juzgada como
la más cómoda para caminar. © Museo de Egipto

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